Michoacán, 21 de marzo de 2025.- Desde el colectivo #NiUnoMás Michoacán denunciamos la grave vulnerabilidad en la que se encuentran las y los periodistas en Michoacán, quienes ejercen su labor sin derechos laborales y, en muchos casos, en condiciones de precariedad e incertidumbre. La falta de formalidad laboral es una constante en los medios de comunicación, tanto privados como públicos, donde los contratos eventuales, la ausencia de seguridad social, los sueldos raquíticos, y la falta de reconocimiento de la antigüedad son prácticas recurrentes. El despido injustificado de nuestro compañero, el periodista Ismael Herrera, con 28 años de trayectoria en el Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV), es un reflejo de la desprotección en la que se encuentran cientos de comunicadores en el estado. Su cese, acompañado de acoso laboral y discriminación por edad, no solo atenta contra sus derechos laborales, sino que envía un mensaje claro de represión y castigo a quienes se atreven a exigir condiciones justas. Este caso no es aislado. Muchos periodistas y trabajadores de medios no denuncian por miedo a represalias, porque la consigna de la precarización laboral es clara: exigir derechos es motivo de despido. Y esto sucede con la complacencia del Gobierno del Estado de Michoacán, que debería ser garante de los derechos humanos, pero en cambio tolera y perpetúa estas prácticas abusivas en sus propios medios de comunicación. Desde #NiUnoMás Michoacán exigimos: -Justicia laboral para nuestro compañero Ismael Herrera, garantizando el reconocimiento de sus años de servicio y el pago correspondiente conforme a la ley. -Que el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado actúe con pleno apego a la legalidad e imparcialidad, sin ningún sometimiento al Poder Ejecutivo, que en este caso constituye la parte patronal. -La intervención del Gobierno del Estado para regular y fiscalizar las condiciones laborales de los trabajadores en medios públicos y privados. -El respeto irrestricto a los derechos laborales de los periodistas, evitando el uso de contratos precarios y condiciones que los mantengan en incertidumbre permanente. -Un alto a la represión y al miedo como herramientas de control en los medios de comunicación. No esperaremos a que un compañero sea asesinado para levantar la voz. LA VIOLENCIA CONTRA LOS PERIODISTAS NO SOLO SE EJERCE CON ARMAS, TAMBIÉN CON EL HAMBRE, EL DESEMPLEO Y LA CENSURA.