Morelia, Mich., 19 de julio de 2023.- De cada cien mexicanos, 73 dicen sentirse inseguros a la hora de ir a los cajeros automáticos, es decir, siete de cada diez acuden con temor cuando tienen que realizar algún movimiento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana levantada por el INEGI durante el segundo trimestre de 2023. Sin embargo, también le sigue el transporte público con el 65.5 por ciento de mexicanos que lo catalogan como inseguro. Y, en tercer lugar, son los propios bancos los que provocan una mayor sensación de inseguridad, con un 57.3 por ciento de opiniones negativas. En cuarto sitio, se ubican las calles o arterias que usualmente usamos, con el 54.4 por ciento. Así lo señala la encuesta (ENSU) del INEGI: "En cuanto a la percepción de inseguridad en espacios físicos específicos, en junio de 2023, 73.0 % de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 65.5 %, en el transporte público; 57.3 %, en el banco y 54.4 %, en las calles que habitualmente usa." ¿Qué rollo con la Condusef y la seguridad en los cajeros? Editorial Sin embargo, en el caso de los espacios que infunden más temor a la inseguridad, que son los cajeros automáticos, el colmo es que además éstos aumentan el riesgo de un ataque o asalto, toda vez que obligan a las personas a pasar más tiempo ante las máquinas, debido a que -antes de permitir alguna transacción- obligan al usuario a elegir o no productos que son ofrecidos por las instituciones bancarias. Ello conlleva a que, sí o sí, el cliente tenga que "chutarse" (leer) la información que el banco o la entidad financiera imponen sin ningún mínimo respeto por los derechos de los consumidores, lo cual implica más tiempo frente al cajero, sin la opción de saltarse el ofrecimiento presentado a través de los cajeros, ya que se ve orillado a tener qué responder si acepta o no la oferta de otra tarjeta o crédito, sin la alternativa de omitir dicha publicidad. Como si no lo bombardearan a uno a través de llamadas telefónicas y de la publicidad en Internet. Y como si la apuesta fuera a que el usuario se equivoque un día de estos y acepte "embarcarse" con una tarjeta de crédito o un préstamo. Al menos así sucede con HSBC. Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los usuarios de Servicios Financieros (Condusef), bien gracias, como si no existiera. Entonces ¿como para qué existe?, ¿para qué se gasta en su existencia?